Papas aliñás

Papas aliñás (sí, sí, papas, su nombre original y nada de catetez. Id a América, a ver cómo las llaman).
 No hay plato más casero, tradicional, popular y económico en el verano andaluz que este, junto al gazpacho y el picadillo. Ha dado de comer durante generaciones a familias de escasos recursos en su versión más humilde, las papas cocidas con cebolla, aceite, vinagre y sal; pero están tan buenas que se fueron enriqueciendo con ingredientes hasta hacerlas de gran nivel si le añadimos una buena caballa en aceite o una ventresca de bonito.
Variaciones, como el gazpacho. Cada casa las hace a su manera, pero lo fundamental es que las patatas sean buenas (las nuevas las mejores), medianitas y cocerlas en su punto. Aquí reside el quid de la cuestión, porque te puedes pasar y dejarlas recocidas o papilla grumosa incomestible (que me ha pasado. Cualquier escribano echa un borrón).
Yo las hago en versión "de ricos" jeje, porque el picadillo de tomate y pimientos les viene genial y el remate de la caballa es lujo indescriptible. Una melva canutera del Estrecho también es buena "coronación". Ambas han de ser de calidad excepcional, eso sí. Otros añadidos: huevo duro, aceitunas, latas de bonito, con mayonesa en lugar del aliño de aceite...


Esta receta se la quiero dedicar a mi buen amigo Javier Castro, marino, montañero, amante del cine, lector y buen comedor. Pero sobre todo, cántabro de pro, como demuestra cada día en las bellas imágenes de Santander con las que nos regala en twitter a sus seguidores (@JAVIERCASTRO96 no os lo perdáis). ¡Ah, y también tiene blog Crónicas Javiéricas, donde nos cuenta sus libros y pelis.

Ingredientes (2 p):

  • 1/2 kg de patatas medianas nuevas (las viejas se quedan duras)
  • 1 tomate de ensalada
  • 1 o 2 pimientos verdes
  • 1/2 cebolla pequeña o 1 cebolleta
  • Una lata de caballa en aceite de calidad (la que más me gusta es la de Tejero) o bonito, atún, melva, ventresca
  • aceite, vinagre, sal y perejil fresco (el seco queda regular ) picado

Elaboración:

  1. Lavar bien las patatas bajo el grifo. Poner a cocer enteras con piel en una olla con agua caliente y sal. Cuando rompa otra vez el hervor, contar unos 20-30 mts a fuego alegre. El tiempo depende del tamaño de las patatas. Id pinchando con un tenedor o cuchillo. Tienen que estar tiernas pero enteras. 
  2. Apartarlas del fuego y enfriarlas en un bol con agua con unos hielos, para cortarles la cocción (la patata guarda mucho el calor).
  3. Una vez tibias, que se puedan coger, pelarlas y trocearlas. Ponerlas en una fuente.
  4. Añadir el tomate, el pimiento, la cebolleta, el perejil fresco, todo picado. 
  5. Aliñar con aceite, vinagre y sal. Remover con cuidado para que no se partan las papas y agregar los lomos de caballa. 
  6. Las papas aliñás se toman semifrías. Sácalas de la nevera un rato antes de comerlas, sino, estarán entacadas.

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