Risotto de espárragos y gambas al vino blanco

Receta fácil, rápida, sabrosa, que gusta a grandes y pequeños, además de aprovechar los estupendos espárragos que están ahora en su mejor momento de una manera distinta, que siempre tendemos al tradicional "esparragao".

Y también para animar a aquellos que en su vida han comido un espárrago fresco porque siempre lo han visto en lata. Ya les digo que no hay color. Del sabor a hierba fresca, a tierra, del natural no queda ni rastro en la lata. Así que pónganse en modo Heidi y disfruten de los productos de la pradera primaveral :).

La receta no tiene ningún secreto salvo el toquecito del caldo: al hacerlo con las cáscaras de las gambas le da un subidón de sabor que no tendría si sólo le echásemos agua.


Ingredientes (4p):

  • 1 manojo de espárragos verdes frescos (o de lata si te es más cómodo).
  • 1/4 kg de gambas congeladas medianitas
  • 1 puerro
  • 300 gr de arroz
  • 1 vaso de vino blanco de calidad.
  • parmesano rallado (yo nothing de nothing, pero lo pongo para recordárselo al personal que disfrute).
  • 1 cucharada s. de margarina vegetal/mantequilla.
  • aceite de oliva, sal, pimienta, perejil fresco para espolvorear, 1 hoja de laurel.

Elaboración:

  1. Pelar las gambas guardando cabezas y cáscaras. Poner éstas en una ollita con agua que las cubra, sal y 1 hoja de laurel. Llevar a ebullición y cocer unos 10 mts. Colar el caldo y reservar.
  2. Pelar superficialmente con un pelapatatas los espárragos y trocearlos, desechando las partes más duras del tallo. 
  3. Lavar y cortar menudo la parte blanca del puerro. En una olla con un poco de aceite, pochar hasta que quede blando, unos 10 mts. Agregar el arroz, dorar 1 mt y agregar el vino. Dejar evaporar el alcohol unos minutos a fuego fuerte, bajar a fuego medio-bajo, salpimentar e ir añadiendo el caldo caliente a medida que lo vaya absorbiendo el arroz, removiendo a la par. 
  4. Cuando falten unos 7 mts para finalizar la cocción (el risotto suele estar en unos 18 mts o menos), agregar los espárragos y las gambas. Probar de sal y rectificar si es necesario.
  5. Una vez alcanzado el punto deseado, retirar la olla del fuego y añadir el queso quien lo ponga y la nuez de mantequilla/margarina. Remover con suavidad para que se derrita e impregne el risotto. Esto le dará un toque meloso espectacular. Servir caliente espolvoreado con perejil fresco.

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