Bizcocho invertido de mandarinas a la vainilla

De nuevo por aquí tras un tiempo en el que el dilatado verano poco invitaba a inventar en la cocina. Por fin el Otoño se ha decidido a honrarnos con su presencia y el horno ha abandonado su cara de perrillo abandonado.

¡Esto hay que celebrarlo! me he dicho. Y qué mejor manera que con la estrella de la estación, las mandarinas. Vicio casi tan terrible como las cerezas, me ha costado dejar unas cuantas para el bizcocho, porque lo habitual es que caigan de 3 en 3 hasta escribiendo.

La receta es de Martha Stewart (medidas en cups y spoons otra vez. Lo siento) y es de las cosas más ricas, jugosas y fáciles que he probado en mi vida. Una explosión de sabor y cremosidad. Lo haría todas las semanas. Obligado para los fanáticos de los cítricos, como yo. Y además, la vistosa presentación te hace quedar como una reina delante de la parroquia.



Aunque la receta original pide mandarinas, yo también lo he hecho con naranjas medianitas y quedan genial (guachis no, que tienen demasiado zumo y encharcarían en bizcocho).
He mantenido las proporciones de harina y mantequilla de la receta, a pesar de usar harina sin gluten y margarina vegetal porque el jugo de las frutas es hidratante suficiente para impedir que la harina apelmace y se deshaga luego (el típico riesgo de las harinas sin gluten).
No sube mucho. Más que un bizcocho, es casi una tarta.
El único "problemilla" es el caramelo de mantequilla, ya que la margarina vegetal no tiene la misma densidad y no funde igual. Pero sabor y textura riquísimos.


Estoy convencida que vais a reservar mandarinas para el postre y los niños van a comer fruta sin rechistar.


Ingredientes (molde redondo desmontable de 23 cm):

  • 4 o 5 mandarinas ecológicas o lavadas muy bien, cortadas en rodajas y despepitadas.
  • 1 cup de margarina vegetal ablandada: 1/2 para el caramelo y 1/2 para el bizcocho.
  • 1 vaina de vainilla
  • 1 1/2 cups de azúcar blanca: 1 para bizcocho, 1/2 para caramelo.
  • 1 tablespoon de ralladura de mandarina y 3 tablespoons de zumo de la misma.
  • 1 1/3 cups de harina mix dolci de Schär
  • 1 1/2 teaspoons de levadura sin gluten
  • 1/2 teaspoon de sal gorda
  • 2 huevos L
  • 1/2 cup de leche de arroz (en la receta, leche entera).

Elaboración:

  1. Precalentar el horno a 180º calor arriba y abajo. 
  2. Poner una olla grande con agua al fuego hasta que hierva. Echar las rodajas de mandarina y hervir 3 mts. Escurrir y dejar secar sobre papel de cocina.
  3. Abrir la vaina de vainilla por la mitad a lo largo. Sacar las semillas con la puntita del cuchillo (para aprovechar la vaina, guardarla en el bote de azúcar y siempre tendréis azúcar avainillado en casa).
  4. Poner en una sartén 1/2 cup de margarina, la mitad de las semillas de vainilla y 1/2 cup de azúcar. Calentar a fuego bajo hasta que la margarina se funda y se derrita el azúcar. Retirarla del fuego y añadir con cuidado 2 tablespoon del zumo de mandarina (mucho ojo que se está agregando un líquido frío a algo caliente con azúcar y puede saltar). Remover y echar en el fondo del molde. Dejar enfriar.
  5. Mientras, tamizar la harina con la levadura y la sal.
  6. Batir con las varillas eléctricas unos 3-4 mts a velocidad media-alta la ralladura, la margarina restante (1/2 cup), el azúcar restante (1cup) y las semillas de vainilla. Sin parar las varillas, añadir los huevos de 1 en 1, batiendo bien antes de agregar el siguiente.
  7. Reducir la velocidad al mínimo y echar la harina en dos tandas, alternándola con la leche y la cuchara de zumo que quedaba. Mezclar todo sin batir demasiado, sólo hasta que estén integrados los ingredientes.
  8. Disponer, solapándolas, las rodajas de mandarina en el molde sobre la crema de margarina formando una espiral. Echar la masa del bizcocho sobre las mandarinas y nivelar con una espátula.
  9. Hornear unos 45-50 mts (depende del horno). Pinchar para ver si está hecho y si no dejar unos minutos más.
  10. Sacar y dejar enfriar sobre una rejilla unos 10 mts. Desmoldar invertido sobre una fuente, de manera que la capa de mandarinas quede arriba. Dejar enfriar completamente antes de servir. Este bizcocho aguanta estupendamente unos 3 días si lo guardas en un tupper o envuelto en film en la nevera.

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