Cake de arándanos al limón

¡Qué ganas tenía de hacer un bizcocho con arándanos!
Cuando los veía en las recetas americanas (es casi la frutilla nacional) se me caía la baba. Yo los había comido en tartaletas, mezclado con otros frutos rojos, en el saludable zumo, pero solos no.

Y es que el precio que tienen las bandejitas de estas delicatessen en España, o al menos en Sevilla, es de lujo. Eso me echaba para atrás. Además, al ser fruta de verano, época en la que enciende el horno Rita, se me pasaba la estación.

Pero hete aquí que encontré el otro día en mi hiper habitual una promoción de los susodichos a muy buen precio. Desgraciadamente no eran de Lepe (el mayor productor y exportador de frutos rojos de Europa, ahí es nada, y está en Huelva) sino de Chile, que anda ahora por el verano. Bueno, no van a tener el mismo sabor, peeero, el antojo pudo más. Eso sí, me traje sólo una bandejita aunque la receta pedía dos (y no sé por qué, ya que fue suficiente. Las americanas e inglesas, que abarrotan los bizcochos de azúcar y frutillas y los huevos están casi de adorno).

Tenía una receta estupenda, pero era para molde de bundt (esos fantásticos norteamericanos que están de moda ahora). No solo carezco de semejante joya sino que además las cantidades eran para una tropa y aquí somos dos monos. Íbamos a estar comiendo bizcocho hasta Julio.
Busco en Martha Stewart, que rara vez me falla y helo ahí, un cake delicioso en molde normal alargado.

Salió riquíisimo, súper jugoso y la acidez del glaseado de limón le venía que  ni pintada a los arándanos.



 ¡Tenéis que probarlo, veréis cómo os engancháis a las bolitas azules! Yo no lo he cubierto de glaseado, demasiado empalagoso. Mucho mejor unas pinceladas con sus correspondientes chorreoncillos.



(Y ahora me decís que lo va a probar un guardia porque los ingredientes están otra vez en cups americanas. Lo siento, pero no me paré a pesar las cantidades para ponerlas en gramos. Hubiese echado un día para hacer algo tan fácil. Bueno, os doy la idea y os pongo suculenta foto, para que que os animéis, que las cups las venden ya hasta en los chinos).

Ingredientes:

  • 1 1/2 cups de harina sin gluten Schär
  • 1 1/4 cups de azúcar blanquilla (yo le puse sólo 1 y ya me parecía dulce).
  • 3/4 cup de margarina vegetal y 1/4 cup de nata (yo, nata de arroz).
  • 1 cup de arándanos frescos (yo una bandeja de 125gr)
  • 4 huevos
  • 1/2 cucharadita de café de sal
  • 1 cucharada sopera de extracto de vainilla.
  • la ralladura de 1 limón.
  • 2 cucharaditas de café de levadura sin gluten (la receta original no lleva, porque basa la esponjosidad en el batido de huevos, pero como las harinas sin gluten se apelmazan más que el cemento, yo siempre le pongo).
Para el glaseado de limón:
  • 75 gr de azúcar glas (si queréis que lo cubra por completo, 100 gr)
  • 2 cucharadas soperas de zumo de limón.

Elaboración:

  1. Precalentar el horno a 160º calor arriba y abajo. Engrasar un molde de cake de 900 gr.
  2. Tamizar en un cuenco la harina, la sal y la levadura.
  3. Batir con la batidora de varillas la margarina y la nata con el azúcar a velocidad alta, hasta que coja color claro y esté espumosa (unos 8 mts).
  4. Reducir a velocidad media, añadir el extracto de vainilla y los huevos de uno en uno, esperando que esté bien incorporado uno antes de agregar el otro. Batir hasta que estén bien espumosos (es necesario que cojan aire para que el cake salga más esponjoso).
  5. Bajar la velocidad al mínimo y añadir la harina y mezclar (o con cuchara de madera, como a mi me gusta) hasta que esté bien incorporada (si queda algún grumo no pasa nada. No batir en exceso).
  6. Lavar los arándanos bajo el chorro de agua fría, secarlos y rebozarlos en 1 cucharada de harina (esto es para que no se vayan al fondo mucho, que se van a ir de todas formas porque pesan) y en la ralladura de limón. Agregarlos a la masa y remover con cuidado. 
  7. Verter en el molde preparado y cocer en el horno, a 160º unos 35 mts. Pinchar con la brocheta para verificar que está hecho, si no, dejarlo 5 mts más. 
  8. Sacar del horno, dejar reposar en el molde unos 20 mts antes de sacarlos (si lo sacas inmediatamente se vendrá abajo). Luego desmoldarlo sobre una rejilla para que se termine de enfriar.
  9. Mientras, preparar el glaseado: mezclar el azúcar con el limón hasta hacer una pasta fluida. Glasear sobre el bizcocho cuando esté totalmente frío (si no se derretirá el azúcar). 
  10. Si te sobra, guárdalo en la nevera envuelto en film o en tupper y lo sacas 1/2 h antes de tomarlo. Sigue estando buenísimo el día siguiente gracias a la nata.



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