Solomillo ibérico con puré de castañas

Homenaje de Domingo, que más que "santificar las fiestas",  hay que darse un merecido premio por salir vivos y con una sonrisa de una semana de estrés "anaconda".
Y para ello no  hace falta pedir un préstamo al banco. Basta con acercarte al mercado y, cuando veas alguna pieza que te entre por los ojos, pensar en lo que vas a disfrutarla si, en lugar de cocinarla de "uniforme" la vistes de Domingo.

A las pruebas me remito con la receta de hoy. Noviembre, mes de matanzas y castañas. En la plaza, un solomillo ibérico que parecía recién sacado del animal. Ese tipo de carne que sabes que ni se va a encoger en la sartén ni va a soltar ese agua que recuece y la pone "suela de zapato". Me lo llevo sin pensar.
Siguiente parada: frutería. ¿Y quiénes están allí brillantes y con olor a dehesa? Pues las castañas (algunas con "okupas", proteínas extras para el plato ;).  
Ergo, plato exquisito aprovechando lo mejor del cerdo y combinándolo con uno de los frutos secos que mejor le sientan, que para eso es prima hermana de la bellota de la que se alimenta. Cuando los productos son de primera calidad, cuanto menos se manipulen y más sencillas sean las cocciones, mejor.

Y así quedó. La carne, pura mantequilla de tierna y conservando todos sus jugos.





Disculpad el poco estilo de "caída en plato" del puré de castañas, pero había hambre y si estos jugosos tacos se enfriaban, iba a correr la sangre...de la fotógrafa.
Las estilosas fotos de los cocineros no se comen, las mías, sí :)




Ingredientes (2 p):

  • 1 solomillo de cerdo ibérico, insisto ¡ibérico!. Haced la prueba un día y comprobaréis la diferencia. Fundamental la grasita infiltrada y la carne prieta. Y no excesivamente limpios de grasa, para no restarles jugosidad.
  • 100 gr de castañas.
  • 1 puerro mediano.
  • 1/2 cebolla grande.
  • 1 diente de ajo sin pelar.
  • 1/2 vaso de oloroso (o Jerez seco o Brandy).
  • 1 vaso de agua.
  • aceite, sal y pimienta.

Elaboración:

Puré de castañas:
  • Pelar las castañas de su cáscara exterior, hacerles un pequeño corte transversal y cocer en agua hirviendo 10 mts para poder quitarles la 2ª piel adherida al fruto. Una vez cocidas, sacarlas poco a poco del agua para pelarlas, con cuidado de no achicharrarse los dedos. No se sacan todas juntas porque se enfrían y ya cuesta más. Reservar.
  • En una sartén con aceite, rehogar la cebolla y el puerro picados, a fuego lento. Cuando estén pochados, añadir las castañas troceadas, el 1/2 vaso de vino y el de agua. Salpimentar y dejar cocinar unos 5 mts.
  • Triturar, pasar por el pasapurés o colador y reservar en caliente.
Solomillo:
  • Salpimentar el solomillo y dorar en un poco de aceite con el ajo entero, 3 o 4 mts por cada lado. Añadir un poco de vino y una cucharada del puré y dejar cocer tapado 4 mts más. Debe de quedar rosado por dentro.
  • Cortar el solomillo en rodajas gruesas, bañar con el jugo de la cocción y servir acompañado del puré. Quedan divinos con unas setas salteadas.
Consejos:
  • Parece que las castañas están un poco desaprovechadas en nuestra cocina actual, porque a la gente le da pereza o creen que es muy complicado quitarles la piel, tiran a lo fácil, los purés envasados, pero no hay color. Habéis visto que ni se tarda ni es lioso cocer castañas. Y una vez que lo probéis, seguro que os abonáis a este delicioso acompañamiento. ¡Y sin natas que añaden grasas extras!
  • Mis ingredientes son para 2 personas, pero es fácil doblar las cantidades si son más comensales.


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