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Mostrando entradas de enero, 2015

Crema de alcachofas con cuscurros de pan sin gluten

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Me chiflan las cremas de verduras, en cualquier estación, pero en invierno son mi cena por antonomasia, porque reconfortan y no pesan nada. Y aunque la mayoría de las veces tiramos por lo fácil y nos abonamos a la de calabacín o la de calabaza (riquísimas ambas), me gusta siempre poner un poco de imaginación en la batidora y darle a probar otras texturas, a ver cómo se defiende. Nunca había hecho antes crema de alcachofas, no me atraía. Me echaba para atrás su ligero sabor amargo y la cantidad de fibras que tienen. Pero como ese día no tenía ganas de andar de guisoteo y tenía unos ejemplares fresquísimos, como claveles verdes reventones, me dije que era el momento de probarlas en crema. ¡Y cómo me alegro! ¡Qué cosa tan fina, delicada y sabrosa! Vamos, ha gustado tanto que la hemos repetido en varias ocasiones con diferentes tropezones. La de la foto es la versión más "pobre" (pero muy buena) sólo con los cuscurros de pan, pero os apunto combinaciones espectaculares: taqu

Bacalao gratinado con manzanas al pimientón

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El bacalao me gusta de todos los modos, maneras y formas. Por eso, cada vez que veo una receta distinta en internet o en revistas, pasa a engrosar rápidamente mi abultada colección. Creo que de bacalao tengo ya más de 100. Mi intención es hacerlas todas, no sé si lo conseguiré sin convertirme antes en tasajo jajaja. Por ello rara vez repito modus operandi, aunque esta me temo que caerá más de una vez, por fácil, rica, rápida, económica y reconfortante. Vamos, que no duró ni 5 mts la fuente y el comentario fue: "¿Ya está? ¿No hay más?" La he hecho casi calcada salvo (no lo puedo evitar) la bechamel que la acompaña.  ¿Motivos? Podrían ser la intolerancia a lactosa, la leche de arroz es dulzona, rebajar grasas... Pero no. Es que sólo admito la bechamel por dos causas: una, las croquetas, que tienen título de Grandeza de España; y dos: canelones. A partir de ahí, bañar cualquier plato con esa salsa me parece condena inmediata a galeras. Y si es pescado, anatema con excomunió

Minestrone a mi manera

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Sigo con el cuchareo que, aparte de tener infinidad de posibilidades, ahorrarte tiempo en cocina, gastar poquito y estar buenísimo, es lo que apetece estos días fríos. Hoy voy con mi versión del clásico guiso italiano, Il Minestrone, que pesar de sonar grandilocuente como una fontana  barroca, no es más que un guisote de alubias (los que crean que los italianos nada más que comen pasta y pizza son unos ignorantes. Se pirran por los fagioli), con un montón de verduras muy picadas, algo de chacina y eso sí, más caldo que legumbres. ¿En qué ha consistido mi variante de tan popular reconstituyente? Pues en "serranizarlo" poniéndole taquitos de jamón y en lugar del pesto habitual de albahaca y piñones con el que se remata el plato, lo he hecho de almendras y perejil, tirando más para majado serrano (sin queso, obviamente). Es decir, me he decantado por ingredientes más accesibles, que la albahaca en estas fechas es complicada, y las almendras son más baratas que los piñones.

Peras asadas con especias al Oporto

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¿Quién ha  dicho que tomar dulce de postre engorda? Eso es porque no has probado estas jugosas peras. Si hablas de fruta asada, la mayoría de las personas en lo primero que piensan es en las manzanas. Y si haces referencia a las peras en postre, pocos salen de "al vino tinto" (que no me entusiasman) o con chocolate. Bueno, pues las peras también quedan riquísimas al horno (casi cualquier fruta, siempre que su carne tenga una mínima consistencia). Lo que yo no podía imaginar al hacer esta receta es que resultaran tan finas y delicadas. Aunque lo más sorprendente ha sido la cantidad de matices en cada cucharada gracias a la mezcla de especias y vino. Y mirad que el anís no me hace ni pizca de gracia y tenía pánico a ponerlo, pero así, estrellado, no tiene nada que ver con el licor. Le da un aroma muy sutil y casi nada de sabor. No le puse ni la canela, por problemas de alergia caseros, ni el cardamomo de la receta original porque no me gusta, pero los apunto en ingredient

Garbanzos con gambas

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¡Qué alegría de fríos invernales! Me encantan estos días de cielo despejado, sol espléndido y frío de moquillo colgando. Te activan hasta la última célula de tu cuerpo. Y claro, tanta vitalidad pide reponer energías con lo mejor de la cocina española, el cuchareo. Quien sólo piense en guisotes de legumbres como algo pesado, lleno de grasas y colesterol, 1500 calorías nada más olerlas, digestiones de boa, se equivoca de medio a medio. Hay cientos de maneras de prepararlas ligeras, sanas y llenas de sabor sin tener que correr la media maratón Sevilla-Los Palacios para bajarlas. Una muestra, estos riquíiisimos garbanzos con gambas a los que da sabor un sencillo sofrito de verduras. Y de caros, nada. Se aprovechan hasta las cáscaras, las gambas pueden ser de las congeladas que el resultado no se resiente. ¿ Que no quieres añadirle el majado de pan frito? Bueno, no se lo pongas, pero te advierto que tú te lo pierdes, porque le da un toque espectacular y sólo es una rebanada (puedes

Carpaccio de rape y gambas a la vinagreta de naranja

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¡¡FELIZ 2015!! Sí, ya sé que voy con retraso, pero, honestamente, no me apetecía nada ponerme delante del ordenador durante las vacaciones de Navidad (aunque fuera para tarea tan grata como compartir mis recetas en este blog) habiendo montones de distracciones muy placenteras en el mundo real durante estos días. Pasados unos Reyes estupendos en los que me han inundado, literalmente, de mi vicio favorito (los libros), retomo la rutina de asomarme a este ventanuco virtual con alguna delicia para el paladar. ¿Eso significa, Loro, que no has entrado en la cocina estas Navidades? Nooo, claro que la hemos hollado, pero en casa no somos de comilonas pantagruélicas, por lo que celebramos de manera ligera, unas tapitas y algún plato un poco más exquisito. Hela aquí, la delicatessen que hice para Nochebuena, que tuvo tal éxito que me pidieron repetirla en Fin de Año y creo que se va a quedar fija para eventos chispeantes porque es tan fina, agradable al paladar y tan fácil, que si os animá

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